Publicidad
Cargando...
0
Cornudologia28 de mayo de 2025cornudos22 vistas

Nuestro primer aniversario de novios

Conocí a mi novia en nuestro primer año de universidad, y en seguida conectamos. Descubrimos que teníamos fantasías sexuales muy parecidas.

Ella me confesó que siempre había querido participar en una orgía. Bueno, tener una fila de hombres que la penetren uno a uno, como a ella le gusta decir, hasta que se desmaye... y luego un poco más, para que pueda despertarse usada, adolorida, y su parte favorita, cubierta de semen.Por otro lado, yo quería mirar o tal vez follarla cuando ella se hubiera despertado.

Ambos tenemos un elemento en común importante en nuestras fantasías: semen. Sí, me encanta mi propio semen, siempre me ha gustado.

Así que estas eran nuestras fantasías más profundas y locas para nuestro primer año juntos.

Debo decir que ella me pone los cuernos a menudo. Ella es muy sexy, delgada pero con tetas grandes y un buen culo que le encanta mostrar, a veces a propósito para provocarme.

Los dos vivimos en el campus universitario (en apartamentos distintos), así que es bastante fácil para ella follar y luego burlarse de mí con eso.

Así que esta historia transcurre en nuestro aniversario del primer año juntos.

Ella tenía un examen y debía estudiar durante esa tarde cuando planeamos encontrarnos, o eso dijo.

Lo que realmente hizo fue quedarse en el dormitorio de su amiga toda la mañana y organizar su cita con Hugo.

Aquí está la cosa, tal vez me excite más Hugo que a ella, porque recibo fotos de mi novia una vez que él ha terminado, y siempre bromeo diciendo que cada vez parece que ha estado en la orgía que tanto desea. Él eyacula mucho semen y cuando se corre en ella le cubre mucho cuerpo.

Estuvieron juntos durante horas, tal como ella había organizado.

Ella me propuso vernos en mi dormitorio a la 1:00 AM.

También me dijo unos días antes que no me permitía eyacular, así que ese día estaba muy cargado. Nos encanta esto porque produzco una gran cantidad y mis fantasías se vuelven más kinky.

Mucho antes de la 1, recibo un mensaje diciéndome que me asegure de estar solo, ¡y ya me puso duro como una roca!

Cuando llegó a mi dormitorio, la dejé entrar con una mirada curiosa. Iba vestida con una camiseta ajustada de color negro y unos boxers oscuros sueltos pero arremangados.

No me dejó preguntarle sobre los boxers hasta que me llevó a la cama y me sentó.

Me explicó que tuvo una idea loca de aniversario y que esos eran los calzoncillos de Hugo, poniéndome aún más duro. Ella me explica que llevaba un modelito más bonito, pero sus bragas no podían contener todo el semen de Hugo en ella, así que tomó los calzoncillos de Hugo en su lugar. Toqué los boxers y noté lo mojados que estaban los calzoncillos... ella se estiró y se los quitó, y lo que vi… era un desastre.

Me dijo que le pidió a Hugo que eyaculara dentro de ella para que pudiera traérmelo todo.

Me dijo que Hugo llenó su coño. Yo no podía dejar de mirarla y de lo sucia que estaba con todo ese semen. Desnuda, mojada y pegajosa por todas partes, pensando en todo. Nunca había hecho esto con el semen de otra persona.

Finalmente metí mi dedo dentro de ella para ver qué se sentía, y si salía más, pero no me dejó mirar y tiró de mi cabeza hacia ella y gimió mientras le comía el coño con todo su semen dentro.

Me dijo, como siempre hace, que se lo mostrara, y le mostré mi boca y seguí. Se calló y empezó a gemir de nuevo.

Después, me dijo que había sido un buen chico y me hizo una mamada, con la que eyaculé en un segundo, y ella escupió mi semen en mi boca. Me miró con una sonrisa pícara y me hizo mantenerlo ahí, mientras me explicaba todos los detalles.

Me contó cómo Hugo la folló en su coño primero, y cómo eyaculó tanto como de costumbre que ella sintió que se le salía. Me dijo que en un intento desesperado de no perder ni una gota, trató de mantener su mano sobre su coño mientras le hacía una mamada para ponerlo duro de nuevo. Hugo no tardó en responder, y luego le dijo que le llenara el culo de semen también.

Luego me hizo tragar el semen que tenía en mi boca. Obedecí sin dudar.

Finalmente, se tumbó a mi lado, y me preguntó susurrándome al oído si me había gustado mi regalo de aniversario.

Publicidad
Cargando...
Contenido protegido contra copia - Respeta los derechos de autor
0
Te puede interesar
Cargando...
Publicidad
Cargando...