Cornudo y viviendo con mis padres

Esta historia trata sobre mi situación actual y cómo mi novia y yo nos convertimos en una pareja cuckold mientras aún vivíamos con nuestros padres.

Así que mi novia, Jessica, y yo empezamos a salir cuando teníamos solo 15 años. En ese momento, decidimos no tener sexo antes de cumplir los 18. No había una razón religiosa detrás de esto; simplemente pensamos que era una forma saludable de hacer las cosas. Aún así, tuvimos una vida sexual increíble con mamadas, dildos y juegos de rol.

Como no tuvimos sexo penetrante, nos metimos en juegos de rol de humillación donde yo la follaba con un dildo y ella me decía que no me estaba permitido follarla, solo grandes pollas. Dado que teníamos un dildo de 8", era mucho más grande que yo (mi novia pensaba que yo era grande y que el dildo era de tamaño "fantasía" o algo así, yo mido 5").

Justo después de cumplir los 18, fuimos invitados a una fiesta para celebrar nuestra próxima graduación. Había mucho alcohol en esta fiesta, así que Jessica y yo decidimos que sería divertido que ella coqueteara con alguien allí, ya que aún no habíamos tenido sexo, como una broma. Me puse nervioso pero me encantó la idea porque no conocíamos a mucha gente allí.

Jessica se vistió con una blusa súper sexy y pantalones ajustados, sin bragas, y hasta se puso un plug anal que apenas se veía cuando se agachaba. Cuando llegamos, ambos estábamos nerviosos, pero nos emborrachamos bastante rápido y empezamos a hacer nuevos amigos.

De repente, mi novia desapareció. Mientras la buscaba, la vi saliendo de una habitación con otro chico, y me hizo señas para que me acercara mientras él se iba.

Me dijo que había encontrado a un chico súper guapo (era alto, negro y nada parecido a mí).

Me dijo que se besaron y esperaba que no me enojara y que tenía algo aún peor que confesar. Le dejó sentir el tapón por fuera de sus pantalones ajustados.

La sensación fue muy loca y me sentí excitado, mareado y humillado. Me encantó. Me preguntó si estaba enojado, y por supuesto le dije que no, que me encantó. Jessica me preguntó si quería una paja como agradecimiento y entramos en la misma habitación.

Me contó mucho sobre lo que hicieron, cómo sintió su pene por fuera de sus pantalones y que probablemente era bastante cercano en tamaño al dildo que tenemos, lo cual pensó que era imposible.

Empezó a dar detalles sobre lo varonil que era y que era muy autoritario. Le contó sobre nuestra "regla de esperar hasta los 18", lo cual él dijo que no podría respetar esa norma, especialmente con alguien como Jessica. Esto la excitó muchísimo.

Esa noche no pasó nada más, pero me dijo que si estaba abierto a ello, le encantaría hacer algo más con ese chico y que habían intercambiado números.

¿Qué debería hacer?