Limpiando a mi mujer
Después de más de 15 años juntos, descubrimos que a mi mujer le encanta que le lama mi semen de su coño. A lo largo de los años he probado mi propia leche, pero normalmente me echo atrás después de correrme. Sin embargo, no me canso de saborear mi semen cuando se lo como directamente de ella o de su cuerpo.
Hoy tuvimos un rato a solas, y estaba follándomela en misionero en la cama. Decidí cambiar las cosas y abrirla bien con su dildo de 23 cm. Me encanta penetrarla con esa polla enorme y luego follármela con el coño mojado y relajado.
Cuando terminó, volví a entrar, pero ella empezó a exigirme mi leche y a decirme que después iba a tener que limpiar mi corrida.
Normalmente esto me hace explotar al instante, pero hoy me entró un poco de nervios y no pude correrme. Me salí y le dije que quería ver cómo ese consolador grande la volvía a follar. Mientras ella se follaba a sí misma con él, yo me masturbé y le sobé sus tetas hasta que me corrí sobre ellas.
Inmediatamente empecé a lamer mi semen de sus tetas mientras ella seguía penetrándose con su dildo hasta que se corrió.
Después de su orgasmo, seguí limpiándola y le dí un largo beso con lengua. Entonces empezó a retorcerse un poco más y el consolador se le salió del coño. En cuanto pasó, me escupió en la boca y me llenó la cara de fluidos (y dejó una mancha enorme en la cama). Espero que haya muchas más veces por venir.
Espero que os haya gustado la historia, porque desde luego es una que no se me va a olvidar en mucho tiempo.