Vida de ciudad
Mi novia Jessica y yo, a los 25 años, nos mudamos a la ciudad. Ambos vivíamos antes en un pueblo cerca de Soria, una región de la España vaciada muy conservadora. Llevábamos tres años juntos y éramos bastante inexpertos sexualmente hasta ese momento.
Cuando nos mudamos, al principio fue bastante aburrido porque no conocíamos a nadie y solo nos teníamos el uno al otro. Hasta que una chica del trabajo de Jessica nos invitó a salir con su grupo de amigos. En los meses siguientes, salimos varias veces con este grupo, que estaba formado por nueve personas. Nos divertimos mucho yendo a bares y a algunas fiestas los fines de semana, algunas en sus propias casas.
Todas estas personas nuevas que conocimos eran muy fiesteras y extrovertidas. No estábamos acostumbrados a beber tanto y salir de fiesta, pero nos acostumbramos bastante rápido a ese estilo de vida. Todo esto hizo que mi vida sexual con Jessica se volviera más picante, porque ella pasó a vestir de manera más provocativa y también se emborrachaba más a menudo, y cuando bebía acababa muy cachonda y siempre acababa en sexo.
Algo que no noté al principio, fue cómo uno de los chicos de nuestro nuevo grupo se interesó por mi novia. Luis tenía 28 años, era un tío muy guay y atlético.
Quizás fui demasiado ingenuo, pero al cabo de las semanas me empecé a dar cuenta de cómo hablaba con Jessica, cómo se quedaba cerca de ella y también parecía que a ella le gustaba más que los demás. Lo notaba en su mirada y en sus gestos hacia Luis.
Todos empezamos a seguirnos en redes sociales y a veces nos enviábamos mensajes como amigos, igual que Luis con Jessica.
Una noche, mientras chateaban por Instagram cada uno en nuestra casa, Jessica se quedó hablando con él hasta muy tarde. Ella me mantenía al corriente de lo que hablaban siempre que yo le preguntaba. Ese día, mientras hablaban de citas y cosas así, la conversación entre ellos se volvió un poco picante.
Como tengo mucha confianza con Jessica, la dejé chateando en el dormitorio mientras yo fui a disfrutar de una película en el comedor.
A la mañana siguiente Jessica me explicó la conversación.
Hablaban de relaciones pasadas, sobre todo las de él, y él hablaba de cómo no quería una relación seria y de cómo estaba más centrado en divertirse.
Me explicó que chatearon desde medianoche hasta las 4 de la madrugada, así que se dijeron muchas cosas que no voy a escribir aquí para mantener la historia corta.
Pero en un momento, él dijo que era muy dominante en la cama. Siguió diciéndole a Jessica cómo tenía a chicas suplicando por su polla y cómo las azotaba y escupía en ellas, usándolas para sus fantasías sexuales.
Al día siguiente Jessica me contó la conversación con Luis. Leyendo todo eso en su móvil, me sorprendió lo directo que era con las cosas que decía y también cómo a mi novia parecía no importarle en absoluto.
Le pregunté si había disfrutado de la conversación y, para mi sorpresa, me dijo que se había puesto cachonda con toda esa charla y se había masturbado antes de dormirse.
Me quedé en shock.
Normalmente me habría enfadado por esto, pero no sé por qué, yo también me puse muy cachondo al imaginárme a Jessica masturbándose por eso.
Jessica me dijo que pensaba que Luis era guapo y que la conversación se volviera tan sexual a esa hora la había puesto muy cachonda. Se disculpó conmigo, pero le dije que estaba bien y traté de ocultar mi propia excitación.
En los días siguientes, siguieron chateando ocasionalmente y quedó muy claro que él estaba intentando trabajarse la relación con ella.
Pensé en lo que estaba pasando esos días y, sorprendentemente, el hecho de que no le importara que ella estuviera saliendo conmigo, y que me conociera, no le impidió hacer maniobras de seducción dirigidas a Jessica.
Empecé a dudar de si Luis tenía toda la intención de convertirme en cornudo. Toda esta situación me hacía sentir inseguro pero también muy cachondo.
En secreto, me masturbaba pensando en mi novia siendo follada por Luis.
Hablé con Jessica y me dijo que se moría de curiosidad por saber más de Luis. Acordamos que ella podía seguir hablando con él para ver si él iba al grano e intentaba hacer algo con ella.
El viernes siguiente habíamos decidido ir a una discoteca con el grupo y la noche anterior Jessica estaba chateando con Luis para romper el hielo. Iba a ser la primera vez que se iban a ver después de tantas sesiones de chat morboso.
Hablaron de la fiesta del día siguiente y él le preguntó qué se iba a poner. Jessica le dijo que estaba pensando en un vestido corto. Luis le preguntó cómo de corto y ella, para provocarlo un poco, respondió "lo suficientemente largo como para cubrir mi culo".
Se podía ver lo mucho que le estaba poniendo a ella también solo con observar su cara cuando tecleaba en su móvil.
Luis le preguntó si podía ponerse el vestido que tenía pensado en ese mismo momento y mostrárselo, y ella bromeó preguntándole si podía esperar hasta mañana y así verlo en vivo.
Él le preguntó si también podía ver lo que llevaría debajo del vestido y ella respondió "lo pensaré".
Mientras hablaban, le propuse tener sexo y me dijo que no, que quería estar descansada para la fiesta del día siguiente.
Al día siguiente, hablé con ella antes de la fiesta y le pregunté si solo se estaba divirtiendo enviando mensajes flirteando con él o si quería realmente llegar a algo más.
Dudó al principio, pero luego me dijo que no estaba segura de qué quería que pasara. Dijo que si él fuera un desconocido, definitivamente querría hacer algo con él, pero que no quería complicar las cosas al ser del mismo grupo de amigos.
Para tranquilizarla, yo le dije que quería que se divirtiera y que hiciera lo que sintiera, y ella lo agradeció y respondió que lo pensaría.
Para mí estaba claro que mi novia se moría de ganas por follar con ese tío. Si esto no era suficiente para ponerme cachondo, el hecho de que él fuera parte de nuestro grupo de amigos y que me conociera pero aun así estuviera intentando tirarse a mi novia delante de mí, me ponía aún más cachondo y nervioso.
La Fiesta
Cuando llegamos a la fiesta, sentí mi estómago del revés, al menos hasta que tomé algunas copas.
Estábamos bastante apretados porque había mucha gente y en un momento vi a Jessica bailando muy cerca de Luis. Él estaba detrás de ella y pude ver a Jessica frotando su culo en su entrepierna.
Dios mío, fue tan caliente y tan vergonzoso al mismo tiempo... Siguieron así durante un rato y no estoy seguro de si otras personas se dieron cuenta, pero mi polla definitivamente sí.
En un momento dado, hacias las tres la noche, Jessica nos dijo que iba a la zona VIP a tomar unos chupitos con Luis.
Realmente perdí la noción del tiempo, pero diría que pasaron unos 40 minutos hasta que noté que aún no habían regresado.
Tuve que esperar otros 20 minutos antes de que Jessica viniera a mí, me abrazara y empezara a bailar. Le pregunté dónde había estado y me preguntó si de verdad quería saberlo.
Estaba lo suficientemente borracho como para no entenderlo. Seguimos bailando y besándonos y luego, cuando finalmente llegamos a casa, Jessica me empujó sobre la cama y se puso encima de mí.
Empezó a desvestirnos a los dos y empezamos a follar. Estaba más apasionada que de costumbre. No paraba de querer besarme con su lengua, mucho más de lo habitual. Mucha lengua.
Mientras me montaba, se acercó a mi oído y me dijo que había ido al baño de hombres con él.
Me quedé en shock.
Me dijo que había estado notando su polla dura en su culo toda la noche hasta el punto de que sus bragas estaban completamente mojadas.
Siguió explicándome que al principio solo quería enrollarse con él y tal vez dejar que la tocara un poco por encima. Él hizo eso, pero poco después sacó su polla y le empujó la cabeza hacia abajo.
Mientras me contaba todo esto, mi polla estaba a punto de explotar.
Siguió contándome cómo puso su polla en su boca y empezó a follarse su cara bruscamente, como nunca antes había experimentado.
Me dijo que esto duró unos minutos antes de que la levantara, la girara y le subiera el vestido y le moviera el tanga a un lado.
Solo la idea de eso me hizo correrme inmediatamente y eyacular dentro de Jessica.
Mientras me tomaba unos segundos para recuperar el aliento, siguió contándome cómo frotó su gran polla en su coño antes de deslizarla dentro.
Me dijo que estaba tan mojada que entró completamente con la primera embestida. Empezó a follarla tan fuerte que tuvo que taparle la boca para que no gritara.
Luis siguió follando con Jessica durante un rato y Jessica me dijo que sus piernas temblaban tanto que creía que iba a perder el equilibrio. Cuando estaba a punto de correrse, le preguntó dónde quería correrse... Ella le dijo "por favor, dentro no".
Así que rápidamente la giró y le dijo que se agachara y, antes de que pudiera abrir completamente la boca, eyaculó en toda su cara.
Me dijo que se corrió tanto que pensó que le había manchado el vestido. Después de terminar, salió del cubículo frente a varios tíos que estaban esperando su turno para mear.
Jessica me dijo que se sintió muy avergonzada, pero el alcohol le impidió pensar mucho en ello. En ese momento me di cuenta de que no solo Luis se había follado a mi novia, sino que ella había venido y me había besado toda la noche después de que él le llenara la cara.
Todo eso fue super humillante. Más aún considerando que estaba en mi claridad post-corrida en ese momento.
Le pregunté si le había gustado y me dijo que había sido lo más salvaje que había hecho y que su polla era más grande de lo que había imaginado en sus conversaciones con Luis.
Minutos después, empezamos a enrollarnos de nuevo y seguimos teniendo sexo.
A la mañana siguiente, cuando nos despertamos, nos dimos cuenta de que habíamos tomado un camino que probablemente cambiaría nuestra relación de amistad con Luis y también nuestra relación.