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Cornudologiahace 6 díascornudos17 vistas

Mis primeros cuernos en directo

Yo tenía 19 años y mi novia de aquél entonces, 18. Habiendo empezado la universidad ese mismo año, y dados mis antecedentes de incipiente cornudo, conocí a Daniela y en seguida conectamos.

Teníamos en común que ambos éramos vírgenes y bastante conservadores (o al menos eso pensaba): nuestro primer beso fue seis meses después de empezar la relación.

Esta historia ocurre alrededor de los 8 meses de relación, lo más lejos que habíamos llegado eran algunos besos breves en los labios, en la sala de algún cine, a oscuras. De hecho, creo que ella ni siquiera me había visto sin camiseta hasta ese momento.

Era una noche de viernes y estábamos viendo Netflix en la sala común/cocina de su residencia universitaria cuando uno de sus compañeros de piso entró llevando solo boxers. Medía como 1.90, era rubio y estaba en forma. Parecía todo un fucker.

Él estaba un poco borracho y no hacía ningún esfuerzo por ocultar que acaba de follar con una chica (la vimos salir unos minutos antes).

El tío cogió una bebida de la nevera y comenzó a charlar con nosotros. Muy amable, pero también un poco coqueto con mi novia, a quien noté algo nerviosa mientras repasaba todo el cuerpo del chico con su mirada, mordiéndose el labio inferior.

A todo esto, ella no nos presentó, ni dijo que yo era su novio.

Poco a poco, él comenzó a ponerse más cariñoso, tocándose el cabello, poniendo su mano en las piernas de mi novia, etc.

En esos 5 minutos, la situación se volvió más íntima con ella de lo que lo había estado conmigo en 8 meses. Pero mi novia parecía no importarle, así que yo tampoco dije nada. Confiaba en ella.

Luego mi novia elogió sus abdominales. Y fue entonces cuando todo se fue a la mierda.

De repente ella estaba tocando sus abdominales y bíceps (incluso me hicieron quitarme la camisa para comparar).

Luego estaba tocando sus muslos y quitándole los boxers justo delante de mí. Ni siquiera me miró antes de empezar a chuparle la polla allí mismo.

Lo siguiente que recuerdo es que él se la está follando sin condón en la mesa.

Al acabar, el chico me dio una palmada en la espalda y se fue, mientras mi novia se quedó allí tumbada en la mesa, jadeando con su semen goteando.

Cuando recobró la respiración, con toda naturalidad se vistió y dijo que se iba a dormir.

Ninguno de ellos se dio cuenta de que me había corrido en mis pantalones. No dormí nada esa noche ni la noche siguiente. Las pasé masturbándome mientras revivía el momento una y otra vez.

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