He logrado que mi esposa me bese en la boca con mi corrida después de una mamada, hasta el punto de que ya es parte de nuestra rutina regular.
Cuando me corro en su boca, la mayoría de las veces terminamos en un beso profundo y apasionado después. Nos tomó un tiempo llegar allí, pero hablamos sobre eso muchas veces y al final le dije: ya sea antes o durante el sexo, que después de correrme en su boca quería que me besara. Era obligatorio.
Asumí que si quería que sucediera, necesitaba decírselo antes o durante, de lo contrario no podría hacerlo después, y eventualmente llegamos al punto en que siempre lo hace.
Este fin de semana, me preguntó directamente por qué no le como el coño más a menudo después del sexo.
Lo he hecho unas cuantas veces, pero nunca hablamos de eso de la manera en que lo hicimos con el beso con corrida. Así que nos metimos en el tema y le expliqué lo que sentimos los hombres después de corrernos.
Ella no sabía que eyacular nos quita las ganas de todo. Le tomó un tiempo entenderlo.
Ella dijo, ¿por qué no me querrías solo porque ya te corriste? Y yo, no se trata de ti, se trata de mi deseo de probar mi corrida. "Solo existe antes y durante el sexo... después del sexo, desaparece ya que ya no estoy cachondo".
Entonces ella dijo:
—Bueno, supongo que solo necesito sentarme en tu cara después de que te corras entonces—Y yo, ¡joder, sí!
No hemos tenido un momento a solas desde entonces, pero puedo sentir la emoción creciendo para la próxima vez que estemos solos.
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