Mi mayor secreto
Mi marido me preguntó cuál era mi “secreto mejor guardado”.
Empezó a desnudarme. Me quitó el sujetador, y bajó hasta mi tanga. Notaba que él estaba muy cachondo esperando mi respuesta. Me empezó a besar lentamente por todo mi cuerpo.
Le agarré la cara y lo atraje hasta la mía. Mirándolo a los ojos le susurré:
—¿Recuerdas la cena de reencuentro de alumnos? Marcos se corrió en mis tetas y cuando a casa me las lamiste y me dijiste que en encantó su sabor.
No dijo nada y empezó a a besarme lentamente. Mientras nos besábamos, él empezó a penetrarme y no pasó mucho tiempo antes de que me llenara con su semen.
Fue una experiencia muy sensual, íntima y erótica.
¡Y sí, me dijo que quedara con Marcos para hacerlo de nuevo!
[IMG:https://iili.io/FHC34Ul.jpg|Imagen de historia|400]